¿Por dónde empezar? Como primer paso es importante tomarte un tiempo para analizar tus gastos y ser sincero contigo mismo. Aquí te compartimos algunos tips que te serán de utilidad a la hora de ordenar tus finanzas:
1. Anota todos tus gastos fijos: Ya sea en una planilla de Excel o en un cuaderno, es importante que detalles todos tus gastos. Puedes hacerlo por categorías: tarjetas de crédito, gastos de vivienda, servicios, gastos vinculados a tus hijos, suscripciones a diferentes servicios o membresías, etc. Una vez identificadas cada una de las categorías es importante que puedas profundizar al detalle.
2. Agenda tus vencimientos: Es muy importante agendar todos tus vencimientos y los montos a saldar, de esta manera te permitirá abonar en tiempo y forma todos tus compromisos y así evitar generar intereses por atraso y tener como resultado un deterioro de tu perfil crediticio.
3. Controla los pequeños gastos del día a día: Estos gastos no son fijos, pero se llevan un gran porcentaje de tus ingresos y pueden salirse de control si no los sigues de cerca. Esta categoría se compone en general por los gastos de alimentos, movilidad y ocio (restaurantes, cine, bares, etc), entre otros.
4. Compara la relación entre tus ingresos y tus egresos: Una vez listados todos los conceptos (cuanto mayor nivel de detalle agregues, más acertado será el ejercicio) totaliza todos tus gastos, de modo que puedas compararlo con tus ingresos mensuales.
5. Fija objetivos claros a tu presupuesto: Si tus consumos se han salido de control, un modo habitual para fijar objetivos de tus gastos es el de utilizar la regla 50/30/20, destinando un 50% para gastos fijos, un 30% para hobbies y ocio y un 20% para ahorro. Al principio no podrás cumplir con esos porcentajes, pero poco a poco podrás ir acercándote. En este caso, la conducta es la clave del éxito.
6. Identifica las categorías de gasto que debes reducir y evitar los consumos innecesarios: Ser sincero contigo mismo te permitirá disminuir el consumo en compras que no son urgentes. No comprometas tus ingresos con productos que estén relacionados con un antojo o deseo. Piensa en frío y analiza si realmente debes realizar ese gasto.
Esperamos que estos consejos te hayan servido para poner en orden tus finanzas. ¡Ya no hay excusas! Si te ha gustado este artículo recomiendalo a tus amigos y familiares.
